¡QUE CORTE! O NO ME VENDO BARATO

No sé si os pasa a vosotros pero a mí sí, de vez en cuando hago cosas por mero impulso...  ni encima de un hoguera dispuesta a ser asada cual Juana de Arco podría decir porqué he cometido tal herejía... fue sólo éso un maldito impulso algo que te reconcome y te obliga a actuar, algún corte de cerebro más peligroso que un corte digestivo en alta mar y cuyas consecuencias pueden ser igual de nefastas...

Puede ocurrir en cualquier momento o sitio;; por ejemplo al entrar en un chino... no hay explicación razonable ni razonada, quizá sea éso el famoso embrujo oriental;
Entras tan convencida en el todo a un euro de la esquina, dispuesta a gastarte lo dicho en el rótulo UN SOLO Y UNICO EURO, en algo de suma importancia como una escobilla de váter en plástico amarillo porque total paqué la quieres de diseño con el uso que vas a hacer de ella, es como darle un traje Versace a Cuasimodo, nadie va a fijarse en lo que lleva porque todos procuran evitar mirarle por lo repulsivo que es... lo mismo pasa con la escobilla del váter, la utilizamos como avergonzados y procuramos apartar la mirada para no ver lo que encierran sus púas... así que qué más da si pega con los azulejos al final se quedará en lo que es, una pura cacá.

Pero de repente zas, ves unas gafas imitación Ray Ban tan logradas que te olvidas que mirar al sol con ellas puestas es como mirar un eclipse de sol... no ves nada... en el mejor de los casos, en el peor te quedarás sin retina, o te asombras de lo mono que son esos zapatos de moda a 12 euros, todo piel sintética de Pekín, no quieres recordar que tus pies se harán llagas, que te acompañará un olorcillo a queso por donde vayas y que harás ruido al andar, y no por la suela sino por el vaivén del calcetín sudado al resbalar sobre la plantilla... Aún así picas porque piensas "total aunque me los ponga sólo una vez estarán más que amortizados" y te reconfortas... y de camino a caja, arramplas con unas cajas de cartón con corazoncitos tipo Agata Ruiza de la Prada, que por otra parte odias pero seguro que en la habitación de la niña quedarán de vicio, y una camiseta de flores cuyo tejido cien por cien poliester hará las delicias de tus axilas en cuantito que llegue la primavera "flor de Camacho para delectaros con mi  olor a macho"... y ya en la caja, vas totalmente abducida, no se sabe si por los cánticos chinos cantados con voz de castra sobrehormonado a té de Jinseng o por los colores chillones de los farolillos de toda la vida, y es cuando ves que los chinos hasta tienen sus propios chicles, de marca y sabores desconocidos como lichis con papaya morada  y probablemente sólo aptos para sus paladares chinos pero da lo mismo, compras no sólo uno por probar sino un pack de 3 (total son sólo 75 céntimos) y también ya puesta unas cuántas horquillas de Hello Kitty para la hija de tu vecina que es tan mona, y también una maletita de esas que caben dentro del avión por si acaso tienes que salir corriendo del país... y va la china y te dice "son cincuenlta con tles leuros"... y a tí te da un ataque, miras, desolada, tus compras y repasas mentalmente la cuenta porque está claro que esa chica sólo sabe contar en chino pero que en euros nada y vas sumando; 12 de los zapatos, 5 de la camiseta otros 7 de las cajas y 15 de las gafas... y quedan los chicles y las horquillitas...y la maletita... y te entran ganas de correr.. de dejarlo todo allí menos la maletita y coger el primer avión para Jamaica - por poner un ejemplo - para fumar tu vergüenza....

pero no puedes porque delante de tí la amable y delicada flor de loto que te atendió se ha convertido en una mujer dragón que escupe desprecio por los poros---

 y al verte dudar te suelta un seco "algunal cosa mals"

y sabes que estás perdida... sólo te queda tirar de tarjeta

y
lo peor
es
que
.....
ya en el coche te das cuenta que no has comprado la puta escobilla de váter...

y te queda cantar eso de Pringao eres un Pringao...
china 3 - cruela 0
he vuelto a palmarla...

Vender vender vender, ese mundo es un gran toco a cien donde se vende y compra todo lo imaginable...

bicicletas, cebada, animales de compañía, pulpos, riñones, ojos, mujeres, niños....  de todo, bien lo saben los chinos que sigilosamente y a base de la mejor relación  calidad-precio, se entiende, calidad baja-precio bajo, nos van comprando a todos... bien lo saben hasta esos templos del consumismo que se llaman súpermercados.

Hay que vender y para vender hay que renovarse para confundir mejor a nuestra clientela....

Así hicieron en mi Carrefour de cabecera, me lo han cambiado de arriba abajo, dónde estaban las verduras está la carne, donde los huevos están los pañales... total que me han dejado en la más absoluta confusión.... la técnica es simple, los rodeos que me obligará a dar mi desorientación provocarán encuentros y sorpresas y si yo pringo en un chino a euro cómo no voy a pringar en un Carrefour Planet....

Todo está pensado para que te quedes el doble de tiempo, ergo que tengas doble ocasión de gastar... hasta pusieron una guardería para que los padres puedan disfrutar sus compras sin los llantos histéricos del niño  aburrido como banda sonora. Sí ¡qué completito está mi carrefour! pensaba yo y no sabía cuánto de completo estaba hasta encontrarme con una mini peluquería arrinconada entre la calle de los dentríficos y la del maquillaje... y un cartelita que anuncia: corte 7 euros - 10 minutos... me quedé pasmada... 

¿quién coño va a cortarse el pelo entre un paquete de Signal y otro de compresas con alas?

¿quién sería tan falto de glamour?

¿quíen tendría el valor de sentarse allí?

DECIDME

pues YO SÉ QUIÉN FUE

YO MISMA

Sí lo hice... este medio día... me quedaban 15 minutos para volver al curro y vi el cartelito y la cara de panfila de la peluquera - sospecho yo de aprendiz - que se estaba preguntando en ese mismo momento a quién coño iba a peinar ella si hay dos peluquerías en la galería (de Dante las dos) que funcionan a pleno rendimiento... y aparecí yo, con mi pelo sucio y sin brillo, decidida a no aguantar un minuto sientiéndome como Anasagasti... me acerqué y la dije.... 

- 10 minutos - 7 euros....

- sí bueno  más o menos - me contestó como disculpándose... 

- Hecho - dije y me senté

Creí que la iba a dar un infarto... se puso nerviosa y me dijo textualmente ¿QUE HAGO?

Admito haberme asustado en ese momento pero soy así de Napoleón y de tauro; si tomo una decisión aún sea tontísima, me quedo con ella... con lo cual apuntad no dejarme nunca ser dictadora de mayor por cierto....

- Pues me lo lavas....

- Eso no hacemos, sólo cortamos.. por eso lo del corte a 7 euros no ha puesto lavar y pein...

- Vale entendido... pues córtame un poco las puntas..(pensé vamos a limitar el desastre)

Eso le gustó, parecía que esa parte se la sabía porque me soltó

- Ay sí las tienes muy abiertas....

- Pues eso, y luego me cortas un poco el flequillo....

La chica ponía tal empeño que hasta sacaba la lengua al concentrarse... y lentamente me fue cortando las puntas.. y a los 10 minutos o casi me dijo casi resoplando de alivio "YA ESTA"

Mi miré en el espejo, el cambio no es radical desde luego, mi pelo sigue sucio y está un poco más corto, pero nadie diría que salgo de la peluquería... digamos que parece que me acabo de peinar... aún así no lo ha hecho mal del todo, quitando un trasquilón que me juró es herencia de mi antiguo pelu... cómo se lo diga a Dante la mata pensé aunque jamás admitiría a Dante que le he engañado con una peluquera de súpermercado, ya me imagino sus burlas... me llamaría Mamuta de hípermercado en saldo como mínimo...

Me despedía de la chica que seguía alucinada de haber pasado la prueba sin insultos... por lo menos he hecho a alguien feliz... podrá volver a casa diciendo que ha tenido una clienta... por algo se empieza ¿verdad?

¿Y yo me sigo preguntando cómo se me ocurrió sentarme en ese sillón?  ¿tan absorbida estoy por el consumismo?, ¿tan aburrida estoy de mi misma que necesito un cambio de a 7 euros y 10 minutos?... esto me lo tengo que mirar...

Y sigo pensando;

¿acaso nuestra vida se concentra en un centro comercial? librería, carnicería y ahora hasta guardería y peluquería dentro de un súpermercado, todo está pensado para que no salgas de allí y te dejes los cuartos en su globalidad.... Nos toman por unos tontos que necesitan ir de sus manos a la compra... pues me niego, seguiré comprando mis libros en librerías, mi carne en el de la esquina, el pan a la Rosi y juro que es la última vez que me peino en un Carrefour, no por el resultado sino porque no quiero participar en la mantanza del pequeño comercio; seguiré yendo a la de Dante que me trata mal pero por lo menos se parte los cuernos por su negocio...  de verdad que no me ha gustado venderme tan barato.

PD gracias a Lou por ser la 185