viernes, 14 de septiembre de 2007

PALABRA DE CRUELA

Fue en verano del 91, yo estrenaba mi primer verano como residente madrileña, ilegal eso sí, porque en esos tiempos, España seguía sin creerse del todo que era parte integrante de la gran familia europea y daba igual belga que afgana (por poner un ejemplo), para conseguir la residencia necesitabas trabajo, y para conseguir trabajo; la residencia… y sabéis la eterna historia del pez que se muerde la cola (mira que hay que ser tonto)… Así que el truco para acceder a este magnífico Carnet azul que te daba derecho a ser una ciudadana de pro… (Por un año, renovable a cinco, con color burdeo, y si te habías portado bien), era encontrar alguien enrollado, o desaprensivo, o desesperado por encontrar alguien capaz de hablar y escribir en 4 idiomas de una forma inteligible, incluido el holandés (eso era mi caso), o con añoranza de tiempos feudales en los que ser jefe daba derecho a ser amo de una persona… Mi primer jefe era un joven abogado, de misa dominical, hijo de un diputado del PP íntimo de Fraga, y menos mal… muy buena persona (para que veáis que servidora es capaz de encontrar buenas personas en los peores antros y tragar sus principios de atea rojera para no crear conflictos que la podrían perjudicar… una no es tonta).
Me pagaba por ser secretaria de dirección trilingüe la cantidad de 90.000 ptas a saber para los que ya no os acordáis 540 eurillos de hoy… o sea que era yo una media mil eurista… No estaba mal si no fuese porque en Bélgica tenía un préstamo mensual de 30.000 Ptas a devolver… (Lo había contratado dos años antes para amueblar el piso que deje para seguir a mi C.)… y también un descubierto descomunal en mi banco belga por culpa de la Véro… eso requiere explicaciones:
La Véro es todo corazón y bondad con sus amigos… y eso la pierde… y yo fui un daño colateral… Resulta que la chica trabajaba en una empresa multinacional de iluminación de aeropuertos y se encargaba de los viajes de los ingenieros a todas partes del mundo mundial… (Vamos donde haya un aeropuerto para que os hagáis una idea). Sus señorías no viajaban en clase turista por supuesto… y tampoco se alojaban en albergues rústicos con encanto. Así que las agencias de viajes se mataban entre ellos para conseguir esta cuenta, esto era peor que un duelo en OK Corral… Y la Véro que cortaba el bacalao, sacaba provecho de ello… digamos que podía pagar en cómodos plazos con vencimientos indeterminados, algunos viajes personales tipo Bruselas - Madrid - Bruselas… para ella y yo porque como ya dije, ella es muy bondadosa con sus amigos…
La cosa se torció en el momento en cual decidió cambiar de agencia para dar la exclusividad de los viajes a la de nuestro amigo de facultad, el Melo, quien con toda su energía e ilusión estaba emprendiendo el camino de gerente en su nueva e flamante agencia…
Claro una cuenta así para empezar era la oportunidad de oro… y ella cómo iba a decirle que no, así que sin previo aviso despachó la agencia en vigor… Nada más enterarse de la grata noticia, recibimos una factura astronómica de los despechados despachados… como nos estábamos largando del país para iniciar nuestra etapa española, cual Thelma y Louise, decidimos, haciendo muestra de mucha madurez, utilizar la política del avestruz, y huimos a España sin abonar ninguna cantidad… Desaparecidas del mapa belga, pensábamos que habíamos resuelto el problema…
Hasta que un buen día mi madre me llamó asustada, diciéndome que se presentó en casa un Notario preguntando por mí… Mi madre tuvo la presencia de espíritu, a pesar de las taquicardias, de decirle que de su ingrata hija, no sabía nada porque se había fugado con un sinvergüenza y que probablemente estaba en Marruecos, recolectando hachis, o cosas peores…
El hombre levantó hombros y cejas y se largó, no sin antes entregarle la carta en la cual se me anunciaba que la agencia había procedido a saldar su deuda en mi cuenta bancaria… que por consiguiente se encontraba en números ya ni rojos pero directamente escarlata… así que para que a mi madre no le de un ataque epiléptico provocado por el disgusto, y por temor a que se entere mi padre, me venga a buscar, me arrastré por los pelos hasta Bélgica y me mandé a trabajos forzosos en un campo de concentración para hijas con cerebro de mosquito, pues me puse en contacto con mi banco, les lloré, culpé a una amiga mía que supuestamente se tendría que haber encargado de remitirme el correo de no haber cumplido con su deber, y conseguí un plan de reembolso a de 30000 Ptas al mes (que fue el importe que consideraron digno de ser tomada en cuenta como muestra de mi buena voluntad, yo había empezado en 5000), hasta saldar mi deuda… así que ya estáis haciendo cuentas… me quedaba para vivir después de la sangría unos 30000 Ptas o sea 180 euros, o sea 6 euros al día, menos abono de tranporte…
Un prado de pena, en menos de 1 año, había pasada de ser una niña mimada, que ganaba francos belgas, a quien su novio compraba todos los caprichos y no se privada de nada… a ser una niña féliz pero sin sus zapatos nuevos...
Mi C. por quien había dejado esa vida de lujo, me había avisado con anterioridad a mi llegada a Madrid, que su ex había aguantado 6 meses de convivencia después de 7 años de relación, dejándome caer que me lo iba a tener que currar hasta que él acepte a una Cruela como animal de compañía… así que ponía mi pundonor en no llorarle mis desgracias y demostrando que podía con todo… menos mal que no me cobraba el alquiler…

Así que este verano del 91, mi C. pasaba más tiempo en Sevilla preparando el macro show de la Expo 92… dejándome sola frente a mis nuevas circunstancias… y yo pasaba hambre, soledad, y demás penurias… sin quejarme porque en el fondo estaba contenta, Madrid me había hechizado y disfrutaba de mi primer verano de sol garantizado… un poco aburrida eso sí… a mediodía, tenía el tiempo justo para no saber que hacer, pero no el suficiente como para volver a casa o ir a la piscina… y como el menú valía unos 600 ptas, no me lo podía permitir a diario… eso explica mi talla 36 del momento… así que me paseaba por Madrid, lamiendo los escaparates y entrando en los probadores con un montón de ropa que volvía a colocar en las perchas bajo la mirada furibunda de las dependientas…
Entré en la boutique de Dante, por este motivo; un señor me dio una papeleta que ponía “Spanish Fashion a precio de ganga”, yo no tenía nada que perder por investigar que tipo de moda se ofrecía en el piso 1º de un portal de la C/Mayor… Desde el marco de la puerta le ví, el a mi nó, estaba liadísimo peleándose con el auricular del teléfono…
A primera vista supe que era gay, nadie menos un gay llevaba vaqueros pitillos y camiseta fushia en esos tiempos, la moda masculina era muy básica… los chicos solían vestir polo blanco, chinos oscuros y mocasines… así que me dediqué a escuchar la conversación…
- Brauliooooooo, te has levantado ya?
- Que siiiiiiiii tíooooooooooo, un colocoooon, jaja la leche de pantera es mortal, devolví sobre el chaleco de piel de Julio… y él no se dio ni cuenta…
- Esta noche? Hum no sé, repetir con el mismo más de tres veces no es mi estilo, pero es tan mooono, hijo te le juro, soy su primer polvo gay, el chico es un horizonte por abrir… y yo me abro paso con mi tuneladora… jajaj
- No que va, es más tierno… me encanta me ve como su mentor…
- Noooo ni hablar no te lo presto… me le devolvería hecho una zorra…
- Por cierto ya tengo su foto de la primera comunión, un traje de almirante precioso… una más para mi álbum… ¿tú cuantas tienes ya?….
- Veintitrés, eres una lagartona… Bueno te dejó que entran clientas…



Y el resto ya os lo contó el mismo… Así irrumpió Dante en mi vida, este homosexual desatado que coleccionaba las fotos de sus amantes vestidos de comunión porque decía que le recordaba la cara de éxtasis que tenían en pleno orgasmo… Siempre fue un romántico…

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