lunes, 23 de noviembre de 2009

DE CÓMO ME CONVERTÍ EN UN GRINCH


Se acercan esas "entrañables" fechas, que los que habitualmente me leen, saben perfectamente que odio.

Analizando esta situación, pude recordar cuando empecé a odiar la Navidad y lo que despertó en mí este odio visceral hacia esas fiestas de "amor y paz"... dicen los anuncios.


Si me esfuerzo creo recordar que hubo incluso un momento en el cual la Navidad me gustaba mucho. Y no era por los regalos no, porque siendo Belga; Santa Claus, Papa Noël, o el barbudo gordinflón (como sea que le queráis llamar) no era él que nos traía los juguetes y hacía que nuestra cara de niño se iluminara de una sonrisa pura de inocencia y de felicidad absoluta al descubrir los regalos al lado de la chimenea...






No, en Bélgica y en gran parte de la Europa más central, él que se multiplica por miles de hogares, el que tiene don de ubicuidad y aparece en el súper de la esquina a la vez que en la entrada del híper del extrarradio, la herramienta de chantaje más potente de cualquier padre, se llama Saint Nicolas y llega la noche del 5 al 6 de diciembre. 

Como cualquier Santo que se precie, Nicolas, huérfano de padres por la peste bubónica, fue sometido a persecuciones, tuvo que exiliarse, hizo milagros (concretamente resucitó a tres niños degollados por un carnicero, vamos que siempre fue amigo de la juventud), le ajusticiaron por sus creencias religiosas y le robaron después de muerto, (concretamente sus propios huesos de santo), sus restos mortales sustraídos por mercaderes italianos (los hay que se piran por cualquier cosa, hasta el brazo incorrupto de Santa Teresa), viajaron de Turquía a Bari y acabaron finalmente en la Lorena Francesa donde le edificaron un basílica enorme para venerarle a gusto.




El buen santo es campechano y va montado en su burro, acompañado del Père Fouettard (o sea el Compadre de la Fusta) quien es quien se encarga de los niños maleducados y de unas madres a quienes les pone que un negrazo les azote las nalgas (siempre las hay viciosas y dispuestas a portarse muy que muy mal), también tiene un saco enorme donde mete a los niños indisciplinados sin remedio porque el Santa es muy bueno y perdona a los que se arrepienten... vamos que lo del poli bueno y el poli malo no lo inventaron los americanos para sus series de la FOX.


Es tradición dejar un plato con una zanahoria y un vasito de licor para que el Santa y su burro puedan reponer fuerzas, y a cambio, a la mañana siguiente, siempre y cuando te hayas portado bien y sacado buenas notas, recibirás un pan de especias con la efigie del Santa, unas mandarinas, mazapán, chocolate y afortunadamente juguetes que sino no os cuento la que se montaría en los hogares del Benelux, una rebelión infantil en toda regla, niños enfurecidos obligando a sus padres a tragar un montón de chuchería llena de azúcar hasta que se mueran en los últimos estertores de un empacho monumental.


No hace falta tener más de dos dedos de frente para comprender que Saint Nicolas no es otro que Santa Claus (Nicolas en alemán). No os olvidéis que los primeros habitantes blancos (los rojos no contaban porque era unos salvajes que iban medio en pelotas) de Estados Unidos, eran de origen centro europeo y que se trajeron sus creencias, costumbres y puritanismo a borde del Mayflower. Con los años Saint Nicolas cogió el color de la coca cola y se hizo rojo (de color no comunista, se entiende), le cambiaron su día de llegada para que coincida con el del nacimiento del niño más prodigioso, un tal Jesús Cristo.


Y todo ello para qué?¿... pues que me lié y probablemente os habré aburrido, así que sigo con el primer motivo de este post que no era otro que explicar el porqué de mi lado más Grinch.

Total que hubo un tiempo en el cual  a mí me gustaba la Navidad y no era por los regalos puesto que de ello ya se había encargado Saint Nicolas, tampoco era por fervor religioso puesto que me criaron en el ateísmo más puro, supongo que me gustaba la Navidad por las vacaciones, la nieve, las fiestas que organizábamos entre amigos, la visita de mi prima.... mientras la Navidad sólo era sinónimo de reunión familiar y de amigos me parecía genial, pero de repente nos contagiaron los franceses y demás americanos, y la Navidad empezó a reclamar sus propios regalos.. y creo que fue allí donde se estropeó todo, empezó por un detalle tipo el último lepé de WHAM hasta convertirse en un verdadero quebradero de cabeza "¿qué le regaló a la víbora de mi cuñada que es una pija y no se conforma con una taza de Homer Simpson?".


Otra cosa que lo fastidió todo es la equitativa repartición entre la familia propia y la política... "si cenamos con tus padres en Nochebuena entonces cenamos con los míos en día de Navidad y en Nochevieja"
La navidad empezó a saberme a obligación y a aguantar a gente que no trago y encima poner buena cara.


El primer regalo que me alertó fue uno de la Navidad del 89.

Estábamos en casa de los padres de Marco... las cenas navideñas en casa de mis suegros eran dantescas, uno porque se congregaban miles de parientes desconocidos con sus correspondientes retoños chillones y dos porque se empeñaban en ir a la misa del gallo siendo ellos totalmente ateos... a mi me parecía una hipocresía total pero por lo visto la posición social de mi amado suegro lo exigía... así que a callar y ir todos en comunión

Me acordaré siempre la cara de idiota que puse al abrir el paquete que claramente envolvía un libro...
recetas para una cocinera inepta rezaba el título... Mi suegra con su voz de niña (cuando era un ogro) me dijo: no te lo tomes a mal pero a mi niño me lo tendrás que cuidar... y mis nietos...


Casi devolví los aperitivos que me había tragado a puños en un afán por tener la boca llena siempre y no tener que mediar palabra con nadie.  El regalo en sí no me molestó, total no pensaba abrirlo, pero el significado subyacente (hay que ver qué palabras que uso) me horrorizó.


1. eso quería decir que pensaba mi familia política que en un futuro más o menos cercano, Marco y yo íbamos a compartir un hogar, un plan que era para mí más infinito que él del libro de Isabel Allende que era el libro que yo había esperado recibir o sea tan infinito que yo no lo había puesto fecha..


2. también podía intuir que mis amados suegros pensaba que yo estaba en edad de procrear y darles un ansiado nieto mestizo (recuerdo que Marco es su hijo adoptivo del cono sur)... cosa que a mí me parecía más imposible que ver a mis cuñadas (y eran 3) chupando la polla de sus estirados  maridos, todos con carrera universitarias eso sí. Yo sólo tenía 22 años y sí llevaba 5 años de relación a tropicones con su hijo pero qué tenía que ver una cosa con la otra?¿?¿?¿ 


No sé cómo conseguí reirla la gracia... pero juro que estaba enfermando por dentro....


Nada más terminar el reparto de regalos, me fui al servicio, el único lugar donde podía estar sola, Marco que me conocía muy bien e intuía mi malestar me siguió... 


- Qué no te ha hecho gracias el regalo ¿verdad?


- Ni un poco... pero bueno....


- Es que mi madre te quiere mucho


- siiiiiiiiiii hombre, QUÉ CLARO LO TENGO



- Que sí... le hace ilusión que sigamos juntos, y ya sabes que es normal, tiene ya una edad, y siempre ha querido muchos nietos...


- Para eso tiene 4 hijos a parte de tí... no veo porqué tengo que ser yo la que tiene que parir


- Es normal, has terminado de estudiar, mis hermanas siguen todas con su carrera y no tienen tiempo


- Ah claro como yo SOLO estudié turismo y no ingeniero ni médico, mi carrera puede pasar en un segundo plano... vamos que eso me pasa por ser poco ambiciosa...


- Pero bueno no tiene porqué ser ahora, primero deberíamos de empezar a vivir juntos....


- ?¿? qué ?¿¿¿¿


- Te recuerdo llevamos cinco años, sería lo normal, vamos digo - estaba claro se estaba mosqueando y yo me estaba mareando de verdad... jodida Navidad, me entraban ganas de matarles a todos... homicidio en Navidad, escrito, producido, interpretado por Cruela de Val, ya en las mejores salas








Marco... que yo no estoy lista.. 


- Nunca lo estarás a este paso... a lo mejor es que no me quieres lo suficiente..

-Ya estaba, lo había soltado, me tenía contra la pared, del retrete concretamente y la espada la tenía en mano (uno de los regalos de cualquier sobrino), menos mal que mi amada suegra apareció en este momento para rescatarme al grito de a comer todos.... me escabullí como podía y me fui a la mesa... donde le di al champagne que daba gusto verme... acabé borracha como una cuba... riéndome con todos menos con Marco que me lanzaba miradas de odio desde el otro lado de la mesa. 





Cuando nos fuimos en tropel a la misa del gallo, yo no sabía si me resbalaba por el hielo o directamente porque no andaba recto por etilismo... lo cierto es que antes de entrar me caí... y quedé un momento inconsciente... mientras volvía en mí oía voces a mi alrededor...

- Esta chica no está bien, se ha golpeado la cabeza...


- Nooo dejadla que llamamos al Samur..... 


- Mi amor, despierta... que te quiero mucho perdóname


- Marco no des el espectáculo que ya bastante tenemos, tu padre está que trina


- Mama déjalo por favor no es el momento a papa que le den, a quién le importa la misa del gallo



- Si esta chica sólo causa problemas siempre dije que no es buena influencia


- Sabes qué te digo que te den a tí también... 


- Marco cómo puede decirme eso el día de Nochebuena ?¿? 
..........


- Marco qué le has dicho a mama, tiene un disgusto.... y a esa que la pasa...?¿ ¿otra vez borracha?


- Vete a la mierda
 

Yo lo escuchaba todo, estaba ya del todo consciente, había vuelto en mí hacía un rato, pero no quería volver con ellos.... por no ir a terminar la nochebuena en una habitación de hospital opté por abrir los ojos... no me había dado con la cabeza, de hecho me encontraba mejor, la borrachera se me había pasado o casi... me levanté como pude, y una de las hermanísima médico dictaminó que estaba perfecta, pero me exentó de misa del gallo por prudencia....  seguro que pensaba que iba a vomitar encima del cura... para deshonra familiar...


Marco y yo volvimos a casa... sin mediar palabra... por lo pronto sabía lo que pensaban de mí... y quizá tenían razón en algo, yo no era para Marco, aún así me maravillaba que él quien lo intuía, me apoyase ante toda su familia... una vez en casa me metí en la cama y me dormí como un tronco de Navidad... (postre estelar de Nochebuena) 





- Cuando me desperté al día siguiente, Marco me propuso que hagamos como que la Nochebuena no hubiera pasado, retroceder al día 23, e ir a cenar los dos solos y festejar la no Navidad. Fue de lo más acertado...

 

No hubo más Navidad en casa de Marco, puesto que a los seis meses, y probablemente para mayor alivio de su familia, dejé a Marco para largarme a Madrid... pero aún así, desde entonces mi desencuentro con las fiestas navideñas es total.. 


Como cada año volveré a Bélgica, donde pasaré las fiestas con mis padres y mi "amada cuñada", gastaré el dinero que no tengo en regalos que no aciertan nunca... pero bueno supongo que es lo que se espera de mí. 

Eso sí como todos los años, Marco y yo celebraremos nuestra peculiar no Navidad, el día 23... seré Alicia en busca de maravillas y él será el conejo loco en busca del tiempo perdido...
ya hemos quedado... no habrá regalo pero sí seguro que muchas sonrisas, risas y sentimientos de los verdaderos y de los buenos....

14 comentarios:

  1. El primer post navideño! vaya! vaya!! jejeejejeje

    La cena de NN (No Navidad) del 23 del año pasado fue genial... todavía la recuerdo... ¿ha pasado ya casi un año?
    Jooooooooooooooooooo Deeeeeeeeeeeeeeeeer!!!
    Seguro que la de este año será igual de bonita y entrañable.

    Me ha encantado este post, Cruela de mis entretelas.
    Yo siempre reniego de Navidad. Por cómo se ponen los centros comerciales y lo tonta que se vuelve la gente (yo estoy tonta tol año jajajajaajajajaja)
    Además, echo mucho de menos a gente que ya no está así que...

    Pero creo que a partir de ya y con un retoño en casa, la navidad pasará a ser otra cosa, ¿no?.
    A lo mejor renuevo mi espíritu navideño! jejejejejeje

    Besos miles reina de picas
    Elly

    ResponderEliminar
  2. Vaya, no me extraña que con una suegra así (con voz de niña) no tengas ganas de festejar la navidad (con ella claro).
    Madrid con la navidad y la cantidad de árboles iluminados por nuestro ayuntamiento, parece la sede de Santa Claus, intentaremos celebrarlo con un cavita... jejeje

    besos

    ResponderEliminar
  3. Genial la cena de No Navidad...

    Elly, sí, con niños pequeños en casa las navidades son diferentes. Quieras o no, renuevas la ilusión aunque sea por verla reflejada en ellos.

    ResponderEliminar
  4. Mucho me he reido y me he sentido hasta identificado contigo y tus cuitas. pero, cuando hay niños de uno, es una cosa despues es otra. Conforme pasan los años las navidades se van haciendo tristes, mas tristes, nos vamos envolciendo en ese traje de GRINCH y hasta no hacemos un poco malevolentes...hay que reir como con tu relato, a seguir que esas fiestas estan a la vuelta de la esquina.
    Un abarzo.

    ResponderEliminar
  5. Ohhhhh ¿ ya es navidad? no puede ser, es demasiado pronto, en Rusia no se celebra y el gordiflon ese santo se llama abuelo frío y viene en año nuevo que les venía mejor a los rojos ( comunistas, se entiende).ji,ji.... si es que al final cada uno arrima el ascua a su sardina y celebra la navidad como le da la gana, digo yo.

    Como es la primera noticia que tengo de que ya es navidad voy a empezar a autoconvencerme de que me encanta, si,acabo de decidir que me chifla la navidad,viva la navidad, anímate anda..

    ¿ te imaginas que maravilla una navidad sin suegras?

    ResponderEliminar
  6. Vaya pues a mi me gusta la navidad a pesar de...[ponga aquí su excusa anti-navideña] y por eso seguramente me largaré a New York a estar lejos de mi familia y disfrutarla al máximo (no solo a la Navidad ;))

    ResponderEliminar
  7. Cruela, que pasada que sigas celebrando esa cena de no navidad con Marco ... también recuerdo el post del año pasado, me encantó !

    Que mala leche tubo tu suegra con el regalo ... pa matarla ...

    Sobre las fiestas navideñas a mi me dan mucha pereza, se me hacen interminables, pero intento cambiar el chip por mis niñas, ellas si que la disfrutan ...

    Besos !

    ResponderEliminar
  8. Pues yo tengo sentimientos contradictorios en las navidades... por un lado me gusta porque recuerdo mi infancia y la ilusión de mi familia toda reunida. Ahora como mi familia no se junta ni en los cumpleaños la navidad es un poco triste. El año pasado pasé una de mis peores rachas de depresión pre y durante navideña. Fue llegar Año nuevo y resurgí cuál ave fénix..a ver si éste año al ser el último en casa de mis padres. los aprovecho al máximo.

    ResponderEliminar
  9. A mi no me gusta la navidad ni de ahora ni de nunca pero hay épocas que no me gusta nada y otras en las que me gusta un poco menos que nada. Pero lo que menos me gusta de estas navidades que nos hemos montado desde que somos sociedad de consumo es que todo se va en comprar y en comer. Y a mí me pillan siempre cuando acabo de coger el punto al régimen para rebajar lo que gané en verano.
    Por lo que tengo observado, a casi nadie le gustan estas celebraciones pero cuando se es niño, se aceptan porque no hay más opción. Cuando se es joven, porque hay que hacer lo que dice la mayoría, y entonces se está siempre en minoría. Con la edad de decidir, se contagia del espíritu de confraternización y esas milongas y se mantiene la tradición por dar gusto a los padres, a los suegros o a ambos que total, para el tiempo que les queda... Cuando se alcanza el estado de padres o suegros es cuando más se detestan las fiestas pero entonces no se tiene el valor de decirles a los hijos, andad a celebrar las vacaciones al Caribe y dejadnos que nosotros nos vayamos a Benidorm tranquilamente (o viceversa) por no parecer desconsiderados con los pobres chicos.
    Asi se construyen las tradiciones y la historia de la humanidad.
    Si por mí fuera, me iría a Egipto pero me quedaré y protestaré por lo bajinis porque si protesto de verdad mis deudos dirán, qué caracter.

    ResponderEliminar
  10. cena de no navidad! me gusta la idea!
    A mi tampoco me gusta la navidad, aunque tambien pienso que cambiaré de idea cuando haya niños!
    ansiosa estoy de leer el post de la cena de no navidad de este año...
    besos

    ResponderEliminar
  11. Yo pienso en la navidad de este año y me da urticaria...la que me espera. Ahora que no tengo que decidir con quién paso la nochebuena y con quién la nochevieja mi familia me monopolizará...cuando lo que yo quiero es largarme de fiesta con mi amiga M.

    Si antes no soportaba estas fechas, ahora menos.

    ResponderEliminar
  12. Chic@s

    Veo que muy navideños no hay nadie, menos el Golden que es un listo y se larga a NY así claro que a mi me gusta también....

    Sí seguimos con la tradición que ya sabes cómo se hacen gracias a la de la Tiza que es una maestra para esas cosas, después de 20 separados casi, hubo un parón cuando la niña era pequeña y no se quería quedar sola con los abuelos... ya os contaré qué tal....

    Sinceramente ni cuando mi E era pequeña me gustaban más pero sí lo hacen con más ilusión

    Perla tú vete con tu amiga y pasatelo en grande faltaría plus


    Besos

    ResponderEliminar
  13. Yo no me siento muy navideña....aún hace calor, la ropa de invierno amontonada en las tiendas, aún paseo en mangas cortas por la playa los findes (cuando tengo tiempo.......lo único que me apetece de las navidades son los días que no vengo a la oficina!¡ El 24 me lo pasaré de tapitas, cervezas y copitas desde el medio día hasta la hora de la cena......intentaré no llegar tajarina a lo de mi hermana, aunque es lo suyo para poder soportar la cena familiar !!!

    Y lo de la cena NO NAVIDAD no tiene precio.

    MUACK

    Solo llevo 3 posts y 3 comentarios atrasados....aún me queda por leer.

    ResponderEliminar
  14. ¡Qué bueno! Eres única, nena

    Un besazo

    ResponderEliminar

VUELVO

AUN QUEDAN DÍAS DE VERANO

Pues que ya estamos en septiembre ¡Oigan! como ocurre con todos los veranos parece que has cerrado los ojos en junio y zas los abres y ya es...