miércoles, 1 de septiembre de 2010

SOMEONE SOMEWHERE IN SUMMERTIME

Bueno ya estamos en septiembre... y encima con tormenta, parece que el tiempo atmosférico decidió ponerse de acuerdo con el tiempo a secas, se conjuntaron para hacernos saber que el desfase de nuestro reloj biológico, que se había atrasado por estado vacacional, ya se puede adelantar porque de aquí a nada vamos a estar corriendo detrás del tiempo que nos falta... en mi caso tengo que añadir una hora más, exactamente la de menos en Canarias donde como bien sabéis he estado vegetando esas últimas semanas.

Como os adelanté en mi mini-post anterior, esas vacaciones me han enseñado que definitivamente los veranos azules de mi niñez-adolescencia han quedado enterrados bajo el peso de un relevo generacional que ya es definitivamente imparable.

Ya no soy la madre de la adorable niña rubia que retozaba con alegría en la arena en un intento de convertirse en croqueta humana, tampoco soy la madre vigilante de la playa que oteaba el horizonte, alerta a cualquier zancadilla con posibilidad de ahogo, no no no, ahora soy la madre alterada que llama al móvil en un intento, a menudo vano, de localizar a una adolescente despampanante, con muslos sin celulitis y barriga plana que no se deja encontrar... ¡Pensadlo madres de adorables querubines que os dan el coñazo con sus gritos de "mamiiiii vamos a la piscina, mamiiiiii vamos al mar, mamiiiii alquilamos un patín, mamiiiii tengo hambre, mamiiiii quiero pis"!, por mucho que estaréis pensando; "cuando coño podré leer mi novela de verano de un tirón, eso no son vacaciones sino un trabajo de doble jornada"; acordaros de lo que yo os digo, dentro de nada echaréis de menos que vuestro retoño se digne a aparecer aún sea 10 minutos para comer un bocadillo y largarse con un "me voy por allí" y si bien podréis leeros el Quijote en 15 días ya veréis que echaréis un poco de menos esa obligada dedicación a vuestros retoños...

Así pues, este año, mi E quien había dado señales de emancipación el verano anterior, ha concluido su etapa como hija de mamá (o sea yo) para vivir su propio verano al margen del mío... y por lo tanto, de tanto recorrer la playa, se ha topado, cómo no, con él que será por siempre jamás su primer amor de verano... él a quien jamás podrá olvidar... el mío se llamaba Peter y después de casi 30 años soy capaz de recordar hasta el color de las mechas de su pelo... hasta tengo guardadas sus cartas que de vez en cuando asoman por la caja de zapatos donde atesoro mis sentimientos culpables algunos y totalmente inocentes otros. Huelga decir que las cartas de Peter entran en el apartado inocencia ¿perdida? preguntaréis - pues sí a esas alturas de mi vida ya no me queda mucha. Pero de mi inocencia no trata este post sino de la de mi E...

Lo bueno de ser madre hoy en día es que tu misma has vivido tus propios veranos azules y cabe pensar que supiste aprovecharlos, así que al revés de lo que le pasó a tu madre quien no pudo disfrutar de los suyos por eso de salir de casa de papa para casarse joven y pura, tú sí que puedes presentir las circunstancias de tu retoño, como diría Chenoa alias no tengo novio y eso que soy mona y le pongo empeño - cuando tú vas yo vuelvo de allí. Así que cuando mi E a los dos días de aterrizar me dijo "sabes hay un chico en el puerto que es medio inglés... ha vivido en Manchester, increíble lo bien que lo habla - faltaría más pensaba yo - y además su padre trabaja en un restaurante de aquí y tiene una hermana pequeña. - y es monísimo y tú te mueres por él pensaba yo nuevamente- se llama Oliver - Benji Oliver los magos del balón, cantaba yo sin poder evitarlo - supe en ese mismo instante y por la profusión de detalles halagadores que Oliver sería un nombre que volvería a sonar en mis días de descanso y ocupar mis desvelos veraniegos. Me lo negó con un qué dices Mama, eres boba, pero su histerismo latente y la forma que tiene de hacerse crujir las articulaciones de los dedos cuando se pone nerviosa me confirmaron que si ella no lo tenía claro yo por mi parte era clarividente... De hecho al día siguiente cuando le pregunté por Oliver ya no pudo disimular y con un suspiro agónico soltó "me guuuustaaaaa". La sonrisa de su cara, sus ojos soñadores y la forma de saltar cada vez que le sonaba el móvil no la dejaron ya tregua y me confirmó que "sí estamos saliendo."

Mi C y yo teníamos pues a una hija enamorada... no es su primer noviete pero sí su primer novio... ante esa nueva circunstancia a su padre y a mí nos quedaban dos opciones:
1 - pasar del tema pensando que total dentro de dos semanas nos íbamos y que más da.. .
2 - conocer al susodicho y poder evaluar si teníamos que pasar porque total dentro de dos semanas nos íbamos y que más da... o saber más acerca de ese desconocido que le estaba robando el corazón a nuestra única hija con todas las consecuencias previsibles... como me conocéis un poco sabréis que opté por analizar a Oliver.

Rezando para que no sea un tonto con granos y ganas de coger olas toda la vida, uno de esos que hablo como escriben sus msm - su hija me mola mazo está buenísma-  le invitamos a tomar algo... supongo que el pobre aceptó coaccionado por mi hija a quien hemos criado con una transparencia que ni Gorbachov y encuentra normal presentarnos a sus amigos. Supongo que le dijo "anda serán dos minutos y así nos dejarán en paz". Así que una noche se acercaron a nuestra mesa... y hasta se sentaron...

Pudimos comprobar que nos podíamos sentir orgullosos, mi E había sabido sortear los chulos playeros hasta encontrar a un chico bien educado, visiblemente abochornado pero aún así sabiendo llevar una conversación con esos dos desconocidos entrometidos que éramos y como lo cortés no quita lo valiente muy atractivo...
Admito que yo también me enamoré un poco de Oliver, o mejor dicho el resquicio de adolescente que mora en mi estaba dando su bendición a mi E, había reconocido los ojos de bambi de Oliver, sí esos ojos oscuros y tiernos que hacen que te derrites por dentro cuando sólo te miran a tí.

Cuando se levantaron de la mesa, mi C y yo nos miramos cómplices y dijimos "es majisimo" y yo añadí "ay qué mal lo pasarán el día que nos vamos". Lo jodido es que después de la primera buena impresión ya no tienes argumentos para impedir el romance, y es cuando empiezan las dudas más corrosivas, a saber hasta dónde pueden llegar dos adolescentes enamorados...
ante esa otra nueva circunstancia a su padre y a mí nos quedaban dos opciones:
1 - pasar del tema pensando que total dentro de dos semanas nos íbamos y que más da.. .(ya sabéis es la solución más sencilla)
2 - intentar hablarlo y como probablemente la comunicación sobre ese punto será imposible, indagar por tu misma aún sabiendo que vas a romper los límites de la privacidad de tu retoño. Como me conocéis un poco cada vez más sabréis que opté por extralimitarme... que una es una madre enrollada pero no es tonta y sabe cuánto daño pueden ocasionar unas hormonas descontroladas....

Como mi adolescente enamorada sigue siendo una niña despreocupada, tiene tendencia en facilitarme las cosas, se olvida de cerrar su tuenti cuando lo comprueba desde mi móvil 3G y zas entró yo y como un perro sabueso voy rastreando conversaciones...
todo lo que acerté a leer eran mensajes de amor desgarradores a veces, tiernos siempre que  me solían avergonzar de mi misma por ser tan metemeentodo... pero aún así seguí vigilante desde mi tumbona...
Big mother is watching you... confié en que el hecho de ser asidua de los programas basuras de MTV y en especial de "embarazada a los 16" donde siguen a unas muchachas en estado hasta después del parto y se enseña la cruda realidad de un embarazo adolescente, así como algunas frases llenas de doble sentido y otras no tanto tipo "sí las bragas que te compré son monísimas puedes enseñárselas a Oliver mientras estén en el estuche pero eso sí ni se te ocurra cuando las llevas puestas, que confió en vosotros pero menos en vuestras hormonas", les harían entender que no estén del todo preparados para un salto tan vertiginoso.

Porque lo que sabía no podría evitarles es el sufrimiento de la separación y el descubrimiento de que el amor, el verdadero y el sincero, duele... intenté advertirla, aún sabiendo que era inútil... no me sentía con el valor de contarles que el amor de verano suele quedarse en eso, en un verano, al revés les conté la historia de mi prima que durante 6 años se reencontró con su amor playero con las mismas ganas y entusiasmo... ¿quién soy yo para quitarles la ilusión?, pronto o tarde la perderán, la vida se encargará de ello, por desgracia... así que opté por animarles a disfrutar del tiempo que estaban juntos... ¿quién sabe? si Sandy y Danny pudieron ¿por qué ellos no?

Mi C se tuvo que marchar a la semana de estar allí dejándome sola, otra novedad en ese verano donde las separaciones hicieron mellas en nuestros amigos... en un principio me asusté... ¿qué coño iba a hacer yo sola? pero recordé que la soledad y yo, con los años, hemos pasado de ser enemigas a amigas, no diría íntimas pero digamos que cada vez nos aguantamos mejor... así que disfrute del tiempo sólo para mí... leyendo libros (5 en total ya os diré cuales) y mirando el personal... como siempre una piscina es un lugar excepcional para analizar cómo es la gente de aquí y de fuera... ese año me concentré en los padres... y sí han cambiado un montón, es cierto que cada vez más se ven que disfrutan con sus hijos y saben cómo ocuparse de ellos y pasarlo bien, algunos hasta de se pasan de empalagosos y mientras les miraba pensaba "joder a este paso ya no podré ver un padre primerizo como un joven atractivo sino como a una supernany con respuestas pediátricas para todo, quita mucho morbo la verdad". También me quedé impactada con una joven inglesa que tomaba el sol en topless y tenía más pezones que teta, tamaño posavasos los tenía, parecía que estaba criando a una camada de trillizos, era un poco irritante para mi vista, así que empecé a comprobar la relación tamaño pezón-pecho de todas las toplesseras del lugar y llegué a la conclusión de que no existe tal relación, y pensé que gracias a dios los míos estaban bien proporcionados.

Y así entre cenas con mi E y su Oli, paseos a solas, charlas al borde de la piscina, llegó el tan temido día de nuestra partida... madrugaron los dos para despedirse, allí en la playa de las rocas... cuando nos metimos en el taxi sentí tanta pena por los dos que casi lloré con ellos... pero ése no era mi papel, me mantuve en un discreto lugar y me preparé para animar a mi hija... lloró en el taxi, lloró en el avión, lloró en casa... ahora parece que se le han secado las lágrimas pero sigue enganchada al teléfono (gracias telefoníca por esas llamadas gratuitas)...
foto real para que veáis que yo controlé hasta el último momento

¿Qué será de ellos? no lo sé, pero independientemente de todo, y aún no lo sepan ahora, esos chicos son unos privilegiados que han compartido lo más bonito de todo, unos sentimientos tan grandes y bellos que jamás se borrarán de su memoria... y seguro que como yo, cada vez que escucharán esa canción, recordarán a ese verano del 2010 dónde se conocieron y sonreirán sin poder evitarlo... SOMEONE SOMEWHERE IN SUMMERTIME. Some where there is some place that one million eyes can´t see, and somewhere there is someone who can see what i can see...  Simpleminds, de los 80 evidentemente... dios Jim Kerr fue delgado

20 comentarios:

  1. El primer amor, sea de verano o de invierno, ése, nunca se olvida.

    Siempre te lo digo.
    Eres una gran madre con una gran hija.

    Felicidades!

    Ah!! y haznos la lista con los 5 libros.

    Un muá
    Elly

    ResponderEliminar
  2. Ay, qué bien lo has contado.

    Lo primero que quiero decir es que... he visto las fotos, y coincido contigo en que él tiene cara de buena gente y ojos tiernos... eso es un punto enoooorme a su favor. Ya si después era educado y correcto, entonces... no sé si adoptarle, fíjate.

    Y lo segundo... ay, los amores de verano!!! Tan tiernos, tan maravillosamente cándidos (de adolescente, eh, que con 25 tuve uno que no le dejé ni respirar en un mes, jajajaja)

    Tengo una amiga muy querida que está CASADA, ojo, CASADA con el que fue su amor de verano a los 20... se conocieron en la playa... besitos, tonteo... nada más allá... se reencontraron en Madrid... no tenía trazas de ir la cosa a más... y el verano siguiente él le dijo "mira, verte en Madrid aquel fin de semana y no besarte fue la peor tortura de mi vida, así que, o novios de verdad, no nada"... y ahí los tienes, 11 años después, enamorados y felices... y él también era un poco bambi...

    ResponderEliminar
  3. ¡Precioso!

    La foto es tan real, que ya imaginé que lo era antes de leer el pie.

    Tú rieté, pero yo sigo tomando apuntes de crianza y paso de niñez a adolescencia ¡cuanto vales!

    Besazos

    ResponderEliminar
  4. Como tu digas, rubia. Todo muy tierno, en plan lago azul, pero confío en que E. sea lo suficientemente inteligente para saber que un novio de verano debe durar lo justo y ni un día más. Y menos un PRIMER novio de verano, de primavera, de otoño o de invierno.
    Los primeros novios son como los brackets, sirven para ponerte los dientes en su sitio, pero no puede uno llevarlos encima toda la vida.

    ResponderEliminar
  5. ¡Guau! Qué bonitos recuerdos has traído a mi mente, amores de verano... se quedan para siempre, como grabados a fuego. Me estoy poniendo nostálgica y todo, ;)
    Beso

    ResponderEliminar
  6. Después de volver de mi viaje en el tiempo, desde mi particular somewhere in summertime.Solo puedo Cruela, presentarte mis millones de gracias por no dejarme ser la única mala-madre-meto-me-en-todo que chulea el tuenti de sus hijos. Me sentí fatal arranplando con la libertad individual y el secreto de las comunicaciones de un plumazo, pero nobleza obliga, o el miedo de las imprudencias de un cuerpo desgarvado de 15 años.

    El primer amor de verano sabe a sal y a sol y a lágrimas, que parecen hechas de lo mismo, es hermoso y breve pero empieza a marcar el camino.

    Me alegra que tus vacaciones hayan sido buenas, quizás algo solitarias, pero siempre viene bien pensar con calma.

    Un beso,

    ResponderEliminar
  7. Yo te diría enhorabuena por ser como eres y no aguarle la fiesta a tu E!

    Besos

    ResponderEliminar
  8. Qué bonita historia... Me encanta ver este papel tuyo de madre, me parece que se te da genial =D
    Yo no tuve amor de verano, siempre he sido una pardilla completa en esas lides, ahora es cuando pienso "ay si yo volviera atrás sabiendo lo que sé -es decir, que con complejos ridículos no vas a niguna parte- otro gallo me cantaría", pero tampoco me arrepiento viendo cómo estoy ahora...
    ¡Besos sin posavasos!

    ResponderEliminar
  9. Elly

    Gracias hija sé que nos miras con buenos ojos y estoy segura que tú también serás una gran madre
    ya os contaré lo de los 5 libros, prometido
    Besos

    ResponderEliminar
  10. María

    De hecho mi C me dijo que yo ya había adoptado a Oliver
    yo también tuve unos amores de verano a los 20 pocos pero eso no tenía nada que ver, era juerga pura y dura jajajajajja
    Como le digo a mi C, lo importante es saber a quién quieres....
    Besos

    ResponderEliminar
  11. Tita

    Apunta apunta, pero sepas que cada niño es un mundo y lo que funciona con mi E no tiene porqué funcionar con otros
    Aún así cuando tengas dudas tú pregúntame, probablemente habrá pasado por ella jajaj
    Besos

    ResponderEliminar
  12. La tiza

    Mi hija sabe lo que hay pero hay cosas que uno prefiere no ver y de momento prefiere pensar que el año que viene será otro verano más con Oliver...
    ¿Y por qué no?
    La vida ya pondrá todo en su sitio, lo importante es que se han conocido y que ambos han sentido lo mismo, una suerte en sí así que lo disfruten el tiempo que les haga falta
    Besos

    ResponderEliminar
  13. Vir

    Es que los amores de verano tienen ese añadido especial porque están enmarcados en paisajes de ensueño donde no existe ni nubes ni lluvia... eso hace que parezcan más bonitos todavía
    Besos

    ResponderEliminar
  14. Pilar

    Pues ya sabes que tenemos vidas paralelas así que entiendes lo que digo...
    Las hormonas son traicioneras y nosotras lo sabemos muy bien
    el primer amor siempre sale a sal , tienes razón
    Besos

    ResponderEliminar
  15. Clau

    Gracias, qué derecho tenía yo en fastidiarles el cuento contándoles el final..
    a mi no me gusta que me lo hagan así que opté por dejarles disfrutar
    Besos

    ResponderEliminar
  16. Quiet B

    Gracias, el papel de madre en sí no es un papel es un acto de fe jajajajajaja
    en serio, se me da bien quizá porque siempre pensé que para entender las personas hay que conocerlas y eso procuro con mi hija
    conocerla lo más posible para saber lidiar mejor con ella.

    Yo amores de verano sólo tuve uno, ligues de verano se me ocurren unos cuantos jajajajja

    Besos

    ResponderEliminar
  17. ay que bonito el primer amor y que miedito cuando es el de tu hija!!!
    Me parece que lo haces fenomenal..."controlando pero fluyendo" como diria nina...
    Estoy con Elly en que quiero la lista de libros...besos

    ResponderEliminar
  18. Muy bonita historia, me has hecho sentir ése cosquilleo y ésa inocencia de ése "amor" primerizo..
    Me he quedado sin palabras...así de claro...estoy colgada de la historia..y de recuerdos...

    ResponderEliminar
  19. Mi querida amiga!!! es un relato estupendo, casi que veía en ese espejo.
    Por lo menos parece que E sabe elegir, y de tal palo tal astilla no?
    Estupendo para las 2.

    besos

    ResponderEliminar
  20. ¡Y que le vas hacer! ya lo dice aquellos de que cuando tienen dos o tres añitos lo coges y dices que estan para comerselos a mordiscos y no lo haces y claro a estas edades pues piensas al reves y te dices porque no te lo comiste cuando lo pensaste...el primer amor ademas si es de playa no se olvida nunca, se sufre ya por siemrpe...un fuerte abarzo,

    ResponderEliminar

VUELVO

AUN QUEDAN DÍAS DE VERANO

Pues que ya estamos en septiembre ¡Oigan! como ocurre con todos los veranos parece que has cerrado los ojos en junio y zas los abres y ya es...