jueves, 11 de octubre de 2012

LA VIDA ES UNA OPERA OP OP OPERA

Como os expliqué en mis post anterior, después del diluvio me tocó el encierro, cual novicia ferviente en espera de su boda con cristo me metí en clausura dentro de las entrañas del Teatro Real. Esta vez me tocaba el Ballet de Lyon. A mí en un principio me da igual Opera, teatro o ballet pero digamos que prefiero entender de qué va la obra, más que nada para sentirme más en sintonía con el resto de la compañía. No es que sea yo precisamente muy cultureta, soy sencilla en mis gustos y me voy rigiendo según una norma fácil de aplicar "me gusta o no me gusta" sí como en el facebook. Si no me gusta me suelo callar, no se muerde la mano que te da de comer aún sea a costa de morderse la lengua.

Cuando me dicen Ballet, mi imaginación vuela hacia mis recuerdos y me veo a mi misma con doce años, moño tirante, tutu y puntas... adoro el ballet clásico... sólo por ello mismo hice el esfuerzo sobrehumano de ver este truño de película llamada Cisne Negro. Pero la obra que me tocó en gracia no me hizo ninguna, primero porque era ballet contemporáneo, una de esas cosas con la cual sintonizo poco.

Cuando por una lesión de mi pie izquierdo tuve que abandonar las puntas, decidí apuntarme a contemporáneo puesto que no suelen usarlas.... lo abandoné enseguida por impotencia, incomprensión y falta de voluntad y/o ganas. El ballet clásico es ante todo control, disciplina y cierta rigidez en los portes aunque no lo parezca a la hora de bailar. Todo parece fluido pero no lo es... el porte es esencial. Primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta... esas son las posiciones y rigen tanto brazos como pies...
En el contemporáneo se abusa de los brazos, vamos que si Don Quijote estuviese en la sala, arma la gorda por confundir los bailarines con molinos gigantes... los bailarines no bailan no, se convulsionan, se retuercen, se tiran al suelo, parecen marionetas puestas de LSD. No digo que no suden cual aspirante a Fama ni que no tengan técnica, al revés casi van sobrados de ella, se pasan en posturas complicadas que a mí me ponen nerviosa...

Segundo motivo: el libreto; los ballets clásicos cuentan una historia, como a mi me gusta, Gisele, el Cascanueces, el lago de los Cisne, por citar los más conocidos, son cuentos de hadas... en el contemporáneo mientras nos llevan a comernos el tarro - cosa que sabéis de sobra me provoca pereza mental - los bailarines se vuelven metáforas de nuestros tiempos de allí las convulsiones, supongo.

Tercer motivo y casi el remate del tomate: la música... dónde están Stravinski, Tchaikowsky cuando más se les necesitan?¿ dios que depresión de banda sonora!!! un violonchelo simulando orgasmos de gata en celo mezclado con tambores tribales.... una cacofonía estridente que a mí me ponía los sentidos de punta... y pensaba pa mi misma que si alguien del público tenía tendencias depresivas mejor no vea un árbol a la salida.

Cuarto motivo: quiero ser más original que Dalí en una convención de vendedores de cafeteras... la obra tenía dos intermedios de 20 minutos durante los cuales, los técnicos cambiaban el "decorado" - lo pongo entre comillas porque también en el contemporánea se pasan de minimalistas -  a vista del público mientras una bailarina improvisaba convulsiones nuevas... el público desconcertado no sabía si irse a echar un pitillo y/o una meadita o esperar para no perderse algo que de sentido a la obra - que a ver si luego no se iban a enterar que la bailarina era la imagen de la libertad individual zarandeada entre sus ansias de independencia y su necesidad de pertenecer al grupo.

Yo después de haber visto cuatro ensayos sabía ya que morderme la lengua sería complicado... así que cuando alguien desde el público soltó "Sr Mortier - director artístico del real - me aburro" casi me levanté para aplaudir. No lo hice por respeto, pero cuando después de la función la técnica de sonido me preguntó si me gustó no pude evitar que me salga un NO rotundo y sin dobleces... mierda - pensé - Cruela esa boquitaaaa te perderá. La chica arqueó la ceja me miró y soltó "pues que no se diga que no eres sincera". No intenté matizar mi respuesta, para qué...había sido demasiado contundente.

Aparte de la obra en si mi trabajo como siempre fue de mi agrado, después de tanto tiempo yendo y viniendo me conozco el teatro y su gente como si fuesen de mi familia y ellos me consideran "como de la casa". Los técnicos franceses bastante majos en su conjunto, aunque noté que algunos eran tan jóvenes que casi me consideraban como una madre y me podía cosas del tipo "dónde podemos comprar unos Camper, dónde podemos ir a comer barato, dónde está la crisis?¿ sí,me lo preguntaron; ante las noticias espeluznantes que ven en sus televisores,  se imaginaban una ciudad tomada por mendigos y niños llenos de piojos que se pasan el tiempo robando por las calles porque no pueden ir al cole ni con tartera y sus padres les abandonan a su merced por no poder alimentarles, policías cargando contra la plebe...

Así que se extrañaron mucho al encontrarse con una ciudad limpia, soleada, con policías apoyados en sus coches patrullas mirando sin ganas a la gente que se pasea, al comprobar que los bares, terrazas, restaurantes y comercios del centro siguen estando petados de gente - y no sólo turistas insistieron - que consume con cierta alegría. Les tuve que explicar que afortunadamente el español de a pie en el fondo es un animal social que sale a la calle aún este arruinado, busca, se refugia en la compañía de sus pares y si en vez de tres cubatas sólo se puede permitir una caña, levantará los hombros con un "esto es lo que hay".

El Español es de Opera, de mucha bulla, de grandes alardes, de olés sonoros y de aplauso generoso cuando le gusta, no es de ballet contemporáneo, no entiende las sutilezas de las pajas mentales,  nos les gustan las metáforas artísticas, los Españoles son del  "Al pan pan y al vino vino"... sí el Españolito es de grandes espectáculos, y qué mayor que un Barça - Madrid... como querían mis gabachos verlo en condición; es decir en un bar lleno de restos de cascaras de panchitos en el suelo y de gente de ambos equipos vociferando, les lleve al mío de cabecera... en un principio acobardos por el ambiente caldeado por ambos bandos, pronto se dieron cuenta de que los insultos típicos - hijos de puta, me cago en  la madre que te pario, y demás lindezas - se decían desde el cariño y respeto más profundos. Se quedaron fascinados por Goyito - merengue absoluto - un tío de un metro cincuenta de largo y casi de ancho, con voz de tenor y de verbo grandioso cuando se trata de insultar al equipo rival y principalmente a Messi. No tuve más remedio que volver a ejercer de traductora porque no se querían perder los comentarios dedicados a la pulga, sus "engendro de probeta, enano de laboratorio, pedo de Maradonna" fueron especialmente aplaudidos. 90 minutos sin parar, corría la caña a 1 euro, las risas y los insultos se cruzaban sin chocar frontalemente y cuando el partido acabó en un empate ambos bandos se reconciliaron fundiéndose en un mismo vecindario.
Mis gabachos estaban encantados por la experiencia... eran las 11 de la noche y sentados en el parque disfrutando de una temperatura más que agradable, comentaban que no tenía ganas de volver a su país...
El regidor quien era el más listo - para eso tiene este puesto, es de mando y control de todo y todos - me guiñó el ojo y me dijo...
- ¿entonces tú qué eres belga o española?
- buf no lo sé ni yo....
- Sí que lo sabes, eres de Opera, de colores, eres efusiva, entiendo que no te gustase el ballet ni que haya tenido mucho éxito en España... definitivamente creo que eres de aquí, esta es tu tierra y se nota que la quieres..
- Sí... cierto y me jode verla tan fastiada...
- Y la dejarías por eso?¿
- a no ser que se lleguen a límites insostenibles, NO...(otro no rotundo)

Y se fueron con muy buen sabor de boca y no dejé de pensar que si la vida es puro teatro, España es de verdad una Opera, a veces tragicómica eso sí.
Al día siguiente, la productora del Ballet me dijo:" Gracias por tu trabajo, tienes a mis técnicos enamorados"... y añadió menos entusiasta "a ver cuando te pagamos la factura, ya sabes son malos tiempos para la lírica" y yo sólo me quedé con la primera parte de su frase... sí en eso soy más española que belga... y que me quiten lo bailado

10 comentarios:

  1. La ópera me gusta mucho más que España, al menos emociona y la entiendo aunque sea leyendo el libreto.

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    1. ¿no me digas que no encuentras España súper emocionante últimamente? si no salimos de las portadas del mundo mundial, que lo entiendas o te guste es otra cosa ;)
      Besos

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  2. Dos cositas, nena. ¿Dónde has visto tú ese Madrid limpio? Para hacer la foto, digo.
    En cuanto al ballet moderno, no te pierdas West Side Story. Y si hablamos de compositores, anota Leonard Bernstein.
    Buen finde, rubia

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    1. Limpio lo vieron ellos, yo sinceramente no me fijé
      Claro que conozco West Side Story y Bernstein pero nena eso no tiene nada que ver con lo que ví en el Real, WSD cuenta una historia, hay decorados, la música suena a melodía.... eso es una comedia musical no un ballet contemporáneo donde tienes que pensar en simbolismo mientras te torturan los oídos con gritos de chelo...
      na que ver ;) eso era un truño de los grandes, todos íbamos como dormidos... con I like to be in America eso no pasaba
      Besos

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  3. JO y yo que no he ido nunca ni a una ópera ni a un ballet?? qué vergüenza!!
    Me alegro que les guste nuestra gente...al menos podrán hablar bien de España y que no está tan rota como dicen. (tanto por lo de cataluña como por la economía).
    A mi tampoco me gusta lo poco que he visto de lo contemporáneo.. me parece a veces una mamarrachada, algo sin sentido, que porque veas retorcerse a uno en el escenario no sabes si esta deprimido, agónico, que le duele una muela o el existencialismo de occidente.. como tu dices.. las cosas claras, al pan pan y al vino vino.

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  4. Qué magnífico post, rubia, me ha gustado un montón. Te iba a decir que yo me hacía cargo de las entradas que te den, pero visto lo visto, yo también soy más de ópera (y de ballet clásico)

    Besos!!

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  5. Que bueno amiga, me gusto la manera de regalarnos tu mensaje, creo que pertenezco a la gran mayoría que no tiene idea de lo que es un ballet, pero la música que usan es genial y viva España carajo.
    Un abrazo amiga.

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  6. Me encanta la Ópera pero nunca consigo entradas para el Real, asi que no escondo lo que te envidio ;)

    Complicado tenemos el tema, pero aún no estamos rendid@s.

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  7. Me gusta conocerte un poquito mejor, así que aquí teníamos a una bailarina y nosotros sin saberlo. Biquiños!

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  8. Lo de cacofonía es la perfecta definición para la música de algunas piezas de ballet contemporáneo, se la sufre y se pide a gritos un compositor clàsico. No todo es así,claro está....Un beso.

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